Se acabó aquello de basarse en la experiencia
personal para decir que salir a cenar en Madrid o en Valencia sale más caro o
que comprar en Extremadura sale más barato. Ahora las estadísticas también
demuestran en qué comunidad el coste de la vida es más elevado o más bajo. Es
lo que persigue un informe encargado por el Gobierno catalán con el que han
demostrado que el coste de vida en Cataluña está 8,5 puntos por encima de la
media española, que es la tercera comunidad más cara y además hasta el
consejero Andreu Mas-Colell lo ha utilizado para esgrimir que esta variable se
debería tener en cuenta para el sistema de financiación de las comunidades
autónomas.
Aparte de la lucha financiera de Mas-Colell,
en lo que afecta a Castilla-La Mancha este informe revela que es la quinta
comunidad con el coste de vida más bajo. Aunque seguramente habrá también
importantes diferencias internas, por ejemplo, entre el campo de Montiel y el
corredor del Henares, la media en la región está 12 puntos por debajo de la
media española. Castilla-La Mancha anota un registro del 88, cuando la media
estaría en 100.
Solo cuatro comunidades autónomas son más
baratas que Castilla-La Mancha. La palma se la llevan los vecinos extremeños,
con un 80,3. Solo con cruzar al oeste de Toledo y Ciudad Real los precios
estarían casi ocho puntos por debajo de la media de la región. También más
baratas que Castilla-La Mancha son Canarias, Castilla y León y Asturias.
Según la propia clasificación que hace el
informe, Castilla-La Mancha se encuadra entre las comunidades con el coste de
vida más bajo, aunque se queda cerca de haber entrado en el siguiente bloque,
el de autonomías que están próximas a la media española. Es el caso, por
ejemplo, de muchas de las regiones vecinas, como Aragón, Andalucía, Comunidad
Valenciana y Murcia.
La comunidad más cara también está pared con
pared. Se trata de Madrid que anota un 114,5. Es decir, cogiendo los corredores
de la Sagra y el Henares, los precios suben más de 26 puntos por encima de la
media de Castilla-La Mancha. Otras regiones caras son Navarra, con 110,6,
Cataluña con 108,5 y País Vasco con 107,7.
Para sacar estas conclusiones el estudio se
basa en el indicador de Paridad de Poder Adquisitivo, que nació de la
Universidad de Salamanca en el siglo XVI. Este indicador es muy útil para
comparar el PIB entre países con diferentes monedas, pero si se usa para
territorios que comparten la misma moneda, como es el caso de las comunidades
autónomas, permite reflejar el coste de la vida, tal y como defienden los
autores del informe entre los que están Jaume García, catedrático de Economía
Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra y Josep Lluís Raymond, catedrático de
Fundamentos del Analísis Económico de la Universidad Autónoma de Barcelona,
además de un técnico del Ayuntamiento de Barcelona y otro del Gobierno catalán.
En el estudio explican que desde el Gobierno
de España no se calcula oficialmente este indicador y para hallar los
resultados obtenidos en el informe han tenido que aplicar diferentes métodos.
El resultado final lo aplican además a la comparativa de ingresos que aportan
al sistema de financiación y los que reciben. En el caso catalán, por ejemplo,
les sirve para señalar que tienen una capacidad tributaria por habitante de
2.253 euros, que es la tercera más elevada de España. Sin embargo, los recursos
recibidos serían de 2.125 euros, lo que
les pondría en la décima posición de las comunidades. Ahora bien, si aplican el
indicador de coste de la vida, bajarían hasta el puesto 14 dado que el de
Cataluña es uno de los más caros de España.
LOS OCTAVOS EN RECIBIR. En el caso de
Castilla-La Mancha no hay tantas diferencias. La capacidad tributaria es de
1.606 euros por habitante, que es la undécima del país. Los recursos recibidos
llegan a 2.219 euros, con lo que la región se colocaría en el octavo puesto,
justo en la mitad de la tabla. Si se aplica el modificador del coste de la
vida, Castilla-La Mancha se mantiene en el octavo puesto, aunque los recursos
subirían a 2.522 euros, al ser una de las comunidades más baratas.
Estas tablas elaboradas con datos del año
2012 permiten también hacer una comparación muy curiosa con el nivel de precios
que había hace un cuarto de siglo. La Encuesta Regional de Precios elaboró en
1989 un estudio comparando 70.000 precios de 333 variedades en 17 ciudades, que
en la mayoría de los casos coincidían con las capitales regionales o con la ciudad más poblada. Según ese estudio
Castilla-La Mancha era la segunda comunidad con el coste de vida más bajo y
solo Extremadura la superaba en este ranking. La comparación se hacía con
Madrid, que marcaba el 100, de modo que Castilla-La Mancha, con un 90,6 estaba
a diez puntos de la comunidad vecina. También parece que en este caso las
diferencias se han agrandado.
De todas formas si todas estas estadísticas y
comparaciones, si el indicador de Paridad de Poder Adquisitivo, no le terminan
de convencer para sus conversaciones diarias sobre dónde está más cara la vida,
siempre se puede recurrir a lo de toda la vida, a preguntar al que ha estado de
viaje o a cotillear los precios de los escaparates y los menús cuando se está
de excursión.
la Tribuna de Toledo