Los bomberos desalojan media torre del Polígono por un incendio

Un incendio en el salón de una vivienda situado en el quinto piso del edificio Castilla, en la avenida de Boladiez, hizo saltar las alarmas a primera hora de la mañana de ayer en el Polígono. Hasta cuatro vehículos de bomberos, una ambulancia, Policía Local y Nacional acudieron a ‘la torre’ de la que se desalojaron las viviendas por debajo de la siniestrada, por lo que en breve se montó un corrillo de vecinos en pijama y bata. Sin embargo, todo quedó en un susto, no hubo que lamentar daños personales, y en pocos minutos las llamas quedaron apagadas y el inmueble aireado.

Los bomberos recibieron el aviso hacia las 8,25 de la mañana. Era un incendio de una vivienda en el número 45 de la avenida de Boladiez, en la que presuntamente había una persona atrapada, aunque a la postre no fue necesario el rescate de nadie. Era en un quinto piso de un edificio de diez plantas. Al llegar, se encontraron con un incendio en el salón de la casa. Las llamas, explica el oficial Isabelo Sánchez, parece que se originaron en el televisor, aunque de momento no se ha podido concretar.

Hasta el incendio acudieron cuatro vehículos de bomberos, es decir, dos móviles de jefatura, una bomba urbana pesada y la escala. También estuvieron presentes efectivos de la Policía Local y Nacional, y una ambulancia del 112, que afortunadamente no ha tenido que intervenir.

Aunque se quemó el salón del inmueble por completo, los bomberos pudieron controlar las llamas rápidamente. El problema fue el humo, dado que se expandió por la escalera de la torre hacia los pisos superiores. De forma que los bomberos pudieron evacuar sin peligro las viviendas que estaban por debajo de la siniestrada, por si hubiera alguna complicación, pero decidieron que los inquilinos superiores permanecieran en sus casas, para evitar posibles intoxicaciones durante el desalojo.

Efectivos con equipos de respiración subieron planta por planta informando a los vecinos que no se movieran de sus pisos, y sólo tuvieron que sacar a una persona que abrió la puerta y salió en la planta sexta.

Una vez controlado el incendio, los bomberos ventilaron el piso siniestrado con ventiladores de presión positiva para sacar el humo. En total, actuaron nueve efectivos.

Una torre, una chimenea. Aunque a la postre el incendio se controló rápidamente y sin ningún problema, los bomberos acudieron al incendio de la torre con la escala, porque al producirse en un edificio de gran altura, podrían haberse producido complicaciones. Explica el jefe del cuartel, Isabelo Sánchez, que el problema en este tipo de inmuebles es el humo, que sube por las escaleras como por una chimenea.

En ocasiones, cuando se abre la puerta, el humo comienza a subir hacia los pisos superiores, «y la mayor parte de las muertes en los incendios se producen cuando la gente se asusta, sale del piso y baja, cuando en realidad no pasaría nada si se quedaran dentro». Salvo que un inquilino se quede atrapado en la vivienda incendiada, en el resto no tiene que haber ningún problema, siempre que los vecinos no hagan locuras.

Como en el caso de ayer, los bomberos no tienen capacidad de sacar con equipos de respiración a todas las personas que tendrían que bajar a la calle. En consecuencia, los profesionales prefieren que los vecinos se queden dentro de sus viviendas, con las puertas cerradas y, como mucho, pongan una toalla mojada por debajo. Allí van a estar más seguros, porque, «si no hay algo excepcional, y un combustible acumulado que no es normal, el incendio se controla rápidamente, en cinco diez minutos». Por lo tanto, concluye Sánchez, las personas que se vean que hay un incendio debajo de su casa, lo mejor que pueden hacer es quedarse dentro «porque no les va a pasar nada, porque la carga de combustible en un piso es muy pequeña, y el problema va a ser el humo, y si tratas bajar, puede ser que llegues, o puede ser que no». Sólo si el fuego se descontrolase, algo prácticamente imposible, se tendrían que hacer visibles por la ventana para el rescate.

La Tribuna de Toledo