Entrevista a Emiliano García-Page sobre las redes sociales

 

ABC Toledo / El alcalde de Toledo y secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page, fue uno de los primeros políticos en España que creyó en el poder de las redes sociales y logró hace ya más de dos años los 5.000 seguidores en facebook, el máximo que permite esta red social para perfiles privados. Con motivo del lanzamiento de la nueva edición de ABC Toledo explica a ABC que no tiene un «negro», que siempre trata de responder a los cientos de mensajes que dice recibir todas las semanas. De Toledo dice que «a pesar de las zancadillas y la dificultades, está en una situación mucho mejor que otras ciudades» y contesta al PP, que le acusa de ausentarse, que «estoy volcado siempre con mi ciudad y mi responsabilidad como alcalde».

-Si tecleas en Google García-Page, incluso sin el Emiliano, aparecen 360.000.000 resultados. ¿no le impresiona?

-Haciendo la prueba añadiendo mi nombre el resultado baja a 2,2 millones de resultados. Eso ya es algo más lógico, creo. Aún así claro que impresiona saber que circula tanta información sobre uno mismo en Internet, pero imagino que es lo normal en la era de la comunicación digital.

-El primer resultado, le lleva a la wikipedia. ¿Ha tenido curiosidad en leer alguna vez lo que dice de usted?

-Precisamente la vi hace poco porque alguien me comentó que había utilizado mi biografía publicada allí para unas jornadas. Fue curiosidad y lo cierto y verdad es que está muy bien resumida y sobre todo actualizada. Es más, me gusta mucho la fotografía que me han puesto para ilustrar la página.

-Y luego a su blog, con cientos de entradas y que, por cierto, tiene muy actualizado siempre. ¿Lo hace usted?

-El blog está vinculado a mis redes sociales por lo que está bastante actualizado en ese sentido, pero también tengo a mi gente más cercana que se encarga de su mantenimiento, subiendo entrevistas, videos y noticias. La página web es una tarea compartida, porque en ella confluye muchísima información.

-Tiene, blog, twitter, facebook, canal youtube. ¿Qué le falta?

-Pues justo me falta lo más importante para las redes sociales que es más tiempo aún. Soy un absoluto convencido de las redes sociales desde que las descubrí y eso que siempre me he considerado negado para la informática y esto de las nuevas tecnologías. Le dedico buena parte del día e incluso de las noches, aunque cada vez es más complicado llegar a todo el mundo. Espero que la gente me entienda. Siempre trato de responder a todos como norma.

-Usted fue uno de los primeros políticos que se enganchó a las redes sociales. De hecho, fue hace dos años de los primeros en conseguir 5.000 seguidores en el facebook. Algunos entonces no lo entendía y ahora se han hecho imprescindible ¿no? ¿ha visto sucumbir a este medio de comunicación a compañeros que no creían en ellas?

-En el Ayuntamiento, por ejemplo, he puesto como «obligación» a todos los concejales tener perfil en Facebook. Así trabajamos incluso en cualquier momento trasladándonos quejas, sugerencias o peticiones de muchas personas que de otra manera no recurrirían a los cauces oficiales. Las redes sociales han cambiado por completo la manera de llegar y atender a los ciudadanos y la forma de hacer política cercana de verdad. Eso lo tengo claro sin ningún género de duda.

-¿Sigue siendo fiel a facebook? ¿Es el canal que más le gusta?

-Sí, absolutamente. Aunque también soy asiduo a Twitter, me decanto mucho más por Facebook, especialmente porque no hay limitaciones para escribir mensajes largos y por la facilidad por compartir otro tipo de contenidos. Además, en esta red social me llegan cientos de mensajes personales a la semana de muchos ciudadanos, a los que me gusta responder y dedicarles tiempo.

-Atiende inquietudes, sugerencias y críticas. ¿De dónde saca el tiempo?

-Suelo hacerlo desde el despacho cuando no tengo visitas, reuniones o actos públicos, desde el móvil o el Ipad viajando o por las noches de regreso a casa. Sacar tiempo de donde se puede y cuando se puede, aunque últimamente me centro más en los mensajes privados directos, no por nada, sino precisamente por la falta de tiempo.

-¿Cuando contesta le han dicho alguna vez que no es usted? ¿La gente se lo cree?

-En algunas ocasiones me ha sucedido, aunque lo entiendo porque que te responda el alcalde de tu ciudad de madrugada, por ejemplo, no es algo habitual. Me tomo muy en serio atender personalmente los mensajes porque es la mejora manera de estar en las preocupaciones de los ciudadanos.

-¿Qué valor le da a las propuestas que le hace los ciudadanos en las redes sociales?

-Le doy mucho valor. Desde el que te pide el arreglo de un bache o un adoquín a quien te plantea ideas para cómo mejorar el país o la organización del Estado. Todos aquellos que se dirigen a ti planteándote ideas o críticas razonables se merecen todo mi respeto y atención. Están ejerciendo, gracias a las redes sociales, un ejercicio fundamental y básico en la democracia como es participar y pedir cuentas a sus responsables públicos.

-Usted es temperamental y muy apasionado ¿No ve peligro en la red? Puede precipitarse con los comentarios y es difícil luego en la nube dar marcha atrás.

-Creo que los límites en las redes son los mismos que los de la vida real. Siempre que se habla o se escribe, y más cuando se tiene una responsabilidad pública o es referente para muchas personas, hay que pensar lo que se va a decir y cómo decirlo. Si estás seguro de lo que quieres trasladar no debe haber ningún problema.

-¿Le preocupa los insultos que se vierten de forma anónima? Por ejemplo, en la última polémica a propósito de la grabación de CMT en su despacho, la red se ha llenado de descalifaciones.

-En la red, la gente traslada su bienestar, pero también su malestar y es libre de expresarse para ello. Evidentemente no me gustan las descalificaciones contra nadie, sobre todo si son anónimos, algo que en Twitter sucede mucho más. Pero no me preocupa sobremanera, la gente suele ser muy respetuosa pese a la situación política y económica que vivimos en España y a mí, la gran mayoría de las personas, me trata con cariño y respeto, algo que siempre es de agradecer.

-La oposición le dice que se está olvidando un poco de Toledo, que está defraudando a los que creían en usted...

-Eso sólo lo dicen quienes se dedican diariamente a tapar las vergüenzas de Cospedal, que no está nunca aquí ni en cabeza ni en espíritu. Precisamente, concejales que cobran un sueldo únicamente para arrear a García-Page. Me hincho a dar ruedas de prensa, visitar calles y obras, presentar proyectos e ir a todo tipo de actos públicos en representación de la ciudad y precisamente, en la mayoría de ellos, nunca veo a los concejales de la oposición. Ahora bien, si se trata de que se me vea en fotos o imágenes es algo difícil por cómo hacen el tratamiento hacia mí o nuestro trabajo en algunos medios de comunicación. Aunque quien me conoce sabe que estoy volcado siempre con mi ciudad y mi responsabilidad como alcalde.

-¿cómo ve a Toledo actualmente?

-A pesar de las zancadillas y la dificultades, Toledo está en una situación mucho mejor que otras ciudades. Hace poco supimos que somos el área urbana de España que genera más empleo por habitante, según un informe del Gobierno de España. No creo que sea fruto de la casualidad. Seguimos invirtiendo en la calle y en proyectos para el futuro, preparando la ciudad para cuando el viento vuelva a soplar en la buena dirección. A pesar de todo, ni Toledo para ni la van a parar. Y eso que, lamentablemente, hay algunos y algunas que tienen muchas ganas.

-Y, ¿cómo se imagina la ciudad, por ejemplo, en 2025?

-A corto plazo tenemos por delante muchos proyectos y obras que van a dejar impronta en la ciudad y seguirán mejorando la calidad de vida de los toledanos. Toledo sigue estando de moda en muchos aspectos y si conseguimos que no se salgan con la suya los que quieren cortarle las alas a la ciudad, estoy seguro que desarrollaremos todo el enorme potencial de crecimiento y oportunidades que tenemos por delante. Un futuro muy prometedor para Toledo que debemos garantizar entre todos sin perder su señas de identidad, que es lo mas difícil.