El PSOE de Toledo promueve que los niños de Educación Primaria decoren sus aulas con adornos de Halloween, mientras que a su base de votantes les ofende la Religión Católica en la enseñanza pública.

 

 

 

Nos hemos enterado a través de la prensa local de que el Ayuntamiento de Toledo, gobernado por el PSOE, ha animado a los alumnos de 1º y 2º de Educación Primaria de los centros de enseñanza de la ciudad a que decoren sus clases con la parafernalia habitual de la fiesta anglosajona de “Halloween”.

Un considerable número de españoles, entre ellos muchos de los que votan cada comicio electoral al PSOE de manera ininterrumpida, consideran una ofensa personal que en los centros educativos públicos se imparta una asignatura de Religión Católica porque, a su juicio, las aulas de un colegio no son un lugar apropiado para ese tipo de enseñanzas, que para ellos únicamente deberían ser impartidas en parroquias y sin anunciarse mucho tampoco para no “molestar” a nadie. Además, quienes también defienden esas posturas están continuamente apelando al “Estado laico” y a que la religión sea únicamente un asunto que no salga del ámbito más estrictamente privado…

Pues ahora, mientras existen en España personas que consideran un insulto hacia ellos el hecho de que exista la asignatura de Religión Católica en la enseñanza pública, un Ayuntamiento gobernado por el PSOE apoya que los niños de Educación Primaria decoren sus clases con los grotescos adornos de una festividad de origen oscuro y pagano, propia de un mundo anglosajón que tradicionalmente se ha caracterizado por oponerse doctrinalmente a todo aquello que era defendido por España.

¿No es un tanto incongruente que haya personas “ofendidas” porque se dé Religión Católica en los colegios pero que no se molesten cuando las instituciones promocionan una festividad grotesca y desagradable importada del extranjero y fomentada en los últimos años por los beneficios económicos que se engrosan algunas empresas y negocios particulares?