Una diputada del PP por Cuenca quiere hacer creer que la juventud española apoya las medidas del Gobierno.

Beatriz Jiménez, diputada del Partido Popular por la provincia de Cuenca, ha asegurado que “los jóvenes estábamos esperando de una manera inminente que viniera un Gobierno responsable que fuera capaz de tomar las medidas que está tomando el Ejecutivo de Mariano Rajoy, porque son las únicas que van a ser capaces de que España y Castilla-La Mancha salgan adelante del agujero en el que, por desgracia, el PSOE nos ha mantenido inmersos”.

Ante estas palabras, sólo podemos preguntarnos si esas medidas a las que se refiere la diputada del PP son la subida del IVA y de las tasas universitarias… porque dudamos mucho que, entre otras cosas, los jóvenes de la autonomía de Castilla La Mancha fueran a considerar positiva la subida en un 15% de las matrículas de la universidad regional; en cuanto al IVA, ¿de verdad se piensan que los jóvenes españoles van a ver con buenos ojos que el porcentaje de IVA que se aplique a los españoles sean idéntico al que se aplique en países europeos como Bélgica e Italia, que cuentan con tasas de desempleo de un 7,8 y un 10 % mientras que la tasa de desempleo en España ronda el 20%?... ¡Y todo eso sin olvidar que soportaremos una de las más elevadas tasas de IVA siendo el país de la Unión Europea con los salarios mínimos más bajos!

Existen medidas muy impopulares, independientemente de la clase política que las tome, que no tienen por qué ser comprendidas en un principio. No obstante, lo que no puede ser aceptable es que se siga manteniendo y preservando una casta de vividores en torno al poder mientras se hace responsable de la gestión ajena a quienes únicamente han podido echar papeletas electorales en una urna.

Podríamos entender las medidas económicas del Gobierno, fuera éste de la tendencia que fuera, si privilegios como las pensiones vitalicias o los elevados sueldos de la clase política, por no hablar de su complicidad con las entidades bancarias privadas, desaparecieran de la vida de los españoles; por eso, mientras tanto difícilmente podremos aceptar como válidas las medidas del Gobierno y sus apelaciones al “bien común” mientras el mismo Gobierno siga amparando el despilfarro público y la protección de los auténticos responsables de la crisis económica. Si el Gobierno quiere credibilidad de los españoles hacia sus medidas contra la crisis, primero tendrá que ganársela realizando reformas radicales en cuanto a la estructura político-económica de España.