82.000 españoles emigraron al extranjero durante 2012 y 400.000 desde el comienzo de la crisis económica.

 

Cerca de 400.000 españoles han abandonado España desde el comienzo de la crisis económica, alrededor de 82.000 de ellos durante el pasado año 2012 (un 5,5% más que en el periodo anterior de 2011). El perfil del emigrante español suele ser el de una persona joven de entre 25 y 35 años, con una gran cualificación académica y sin responsabilidades familiares; no obstante, esta tendencia está cambiando y cada vez es mayor el número de desempleados mayores de 45 años con familia que buscan empleo en el extranjero, al igual que el de recién licenciados que quieren comenzar su vida laboral en el extranjero y el de los perfiles de baja cualificación.

La herencia que la clase política profesional va a dejar a la próxima generación de españoles no va a ser muy positiva precisamente. Hemos vuelto a ser un pueblo de emigrantes a la vez que echamos en falta la existencia de un mínimo y competente sector industrial que permita el desarrollo tecnológico del país, el aumento del nivel de vida y el trabajo suficiente a la numerosa cantidad de españoles forzosamente desocupados. Y lo que España necesita no va a conseguirse con políticas partidistas tibias y con simples parches temporales; lo que necesita España, por más que les disguste a la clase política, es una reforma de su economía, de sus instituciones estatales y, por qué no decirlo, de la forma de ser de sus habitantes.