miércoles, 5 de septiembre de 2012

El Partido Socialista de Francia prepara una asignatura escolar de moral laica.


 
 
François Hollande, presidente de Gobierno de Francia, continúa con su programa político similar al que tuvo José Luis Rodríguez Zapatero en España. Y es que, tras el anuncio de legalizar las uniones matrimoniales civiles entre personas del mismo sexo, el próximo paso que tiene en mente el líder del Partido Socialista de Francia es la implantación de una asignatura, tanto en la enseñanza elemental como en la obligatoria, de “moral laica”. Por boca del actual Ministro de Educación francés, Vincent Peillon, desde los homólogos franceses del PSOE se defiende que “hay una moral común que se impone a la diversidad de las confesiones religiosas, que no debe herir ninguna conciencia, ningún compromiso privado, ni de carácter religioso ni de carácter político”.
 
Normalmente se ha defendido el laicismo como una postura que niega lugar a los sentimientos religiosos a nivel público, relegando cualquier práctica de ese tipo al ámbito privado. Sin embargo, sus partidarios no engañan a nadie y, como es el caso de los miembros del Partido Socialista de Francia, comienzan a mostrar en qué consiste realmente la postura laicista. En el caso que nos centra, Vincent Peillon ha explicado que quieren difundir su “concepción de la laicidad”, una laicidad que “va más allá de la simple tolerancia, de la indiferencia y de la neutralidad” y que implica “valores que deben ser inculcados”.
 
Frente a la acostumbrada postura pasiva y respetuosa con la que los laicistas siempre han defendido sus tesis, el Partido Socialista de Francia ahora muestra la verdadera cara del laicismo: una nueva creencia con sus propios principios que ha de creerse de forma activa en lugar de limitarse a defender que no pueden exhibirse símbolos religiosos en público. A su manera, el laicismo comienza a mostrarse como una caricatura suplantadora de la religión tradicional, como una especie de mentalidad relativista cuyo origen se encuentra en el Estado.
 
¿Cree alguien ahora que el laicismo consiste en el respeto a las creencias religiosas del prójimo?
 
¿Se ve ahora cómo los partidarios del Estado laico no buscan el respeto entre las creencias, sino el retiro de la vida pública de las mismas para que no estorben otro tipo de principios promovidos desde las instituciones públicas a cargo del Estado?
 
Siempre hemos defendido que la cuestión laica es absurda, porque lo laico no puede existir: a una cuestión religiosa ha de responderse de forma afirmativa o negativa. Y parece ser que los partidarios del laicismo, sabedores de que su tesis ha fracasado, ahora optan por mostrar su verdadera cara y por responder a la cuestión de forma afirmativa, sólo que promulgando su propia confesión estatal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

-elmunicipiotoledo- no se hace responsable de los comentarios de sus lectores. -elmunicipiotoledo- se reserva el derecho de arbitraje y censura. Se ruega que los comentarios no se realicen de forma anónima.

Contacto: elmunicipiotoledo@hotmail.com