España no necesita más señoritos.

 

Sé que utilizar la palabra señorito hoy en día suena como algo anticuado o del siglo pasado, pero cuando veo en la actualidad cómo funciona nuestro sistema político y económico, donde los especuladores pueden ganar mucho dinero sin dar un palo al agua, donde los banqueros siguen aumentando su fortuna a costa de las familias de bien, donde los políticos no velan realmente por los problemas de los ciudadanos ni buscan la justicia social y se olvidan por completo que están ahí para servir a la sociedad, no para ser servidos, y donde los sindicatos, que tanto alardean de defender a los trabajadores, son ellos los que más subvenciones reciben y son ellos los primeros en estafar y engañar al trabajador, cobrando por cada trabajador que despiden, cruzándose de manos mientras el paro ha crecido como nunca y los líderes sindicales cobran sueldos milenarios…

Podría seguir hablando de la corrupción que tenemos en España y de los zánganos que han llevado al país a la ruina, y la verdad es que si volvemos la vista al siglo XIX y nos acordamos de aquellos señoritos que explotaban a los trabajadores de sol a sol, donde ellos no trabajaban sus tierras ni les pagaban un sueldo justo a sus empleados, esos señoritos que decían amar una patria pero no por un ideal, ni siquiera por el sentido maternal de la patria, sino por un interés meramente económico, esos señoritos “conservadores” que no luchaban por nada más que no fuese “conservar” sus propios intereses: el mantenimiento de sus tierras y el aumento de su fortuna….

Pues sinceramente creo que aunque los tiempos hayan cambiado y las palabras ya no se utilicen de la misma forma, los zánganos que dirigen nuestra patria siguen siendo los mismos, esos que solo ven un interés meramente personal y económico.

Estos señoritos han conseguido no solamente crear una crisis profunda de valores e implantar un conformismo descarado en nuestra sociedad sino que además han conseguido que hoy en día reine una cultura de la muerte y una cultura que cada día se aparta más de las raíces cristianas que ha llevado siempre España, y es que no nos engañemos, miremos nuestra juventud que cuando toca ir a la JMJ o manifestaciones masivas todos salen, pero para manifestarse contra el aborto por convicción solamente salen 100 valientes ¿Dónde está el espíritu de lucha?

¡Basta ya! Es hora de que la juventud despierte de una vez por todas y no permita que España se muera en nuestras manos, es hora de que la juventud salga a la calle y realice una revolución social que devuelva a España los valores que ha perdido y se logre así acabar con los zánganos que tanto daño han hecho a nuestra España.

Pero yo no soy partidario de una revolución marxista ni anarquista ni socialista (ya ves, no soy valenciano) yo quiero una revolución social, una revolución donde las personas vuelvan a defender los valores básicos como el de la vida, la familia o el de la patria.

¡Es hora de acabar con los zánganos! ¡Es hora de que se premie al trabajador por su trabajo y esfuerzo y no al señorito por ser señorito! ¡Es la hora de la Justicia Social!

Son tiempos difíciles los que nos aguardan pero no desesperéis en la lucha pues es tiempo de valientes.

¡Estudiante que tus armas sean los estudios!

¡Viva España!

José Manuel Menéndez

Jóvenes por una Causa.