Don José Ignacio Munilla defiende el derecho a la vida de los no nacidos.

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha afirmado en una nota remitida a la prensa que “el aborto se ha traducido en un suicido demográfico, psicológico y moral de la mujer”, asegurando además que “eleva exponencialmente las probabilidades de quebrantar la salud psíquica de las mujeres” y “se ha convertido en una criba selectiva del sexo, de forma que hay países como China, en los que nacen 119 niños por cada 100 niñas”.

A causa de estas reflexiones, Munilla ha explicado como recientemente se encontró a un bebé abandonado en la puerta de una iglesia de San Sebastián. Lo más sorprendente de todo es que en la acera de enfrente existe una clínica donde se llevan a cabo prácticas abortivas, motivo por el cual el obispo asegura que la vida ha vuelto a triunfar sobre la muerte.

Pero el obispo Munilla también ha tenido palabras de crítica hacia el movimiento feminista (“El feminismo que reivindica el aborto como instrumento de emancipación de la mujer vive de espaldas a la realidad”) y contra la mentalidad materialista de la sociedad española contemporánea (“¿Cómo es posible que tantos entre nosotros suspiren por conseguir una adopción en el extranjero y al mismo tiempo sacrifiquemos la vida de miles y miles de inocentes? ¿No será que el materialismo y la secularización han reducido la vida a un mero objeto de deseo?”).

Como suele ser habitual, Munilla no ha expresado nada que no haya sido defendido, de una forma más o menos directa, en este espacio. Resulta bochornoso que las autoproclamadas defensoras de la mujer justifiquen, ensalcen y amparen el asesinato de niños inocentes y que hagan cómplices del mismo a las madres engañadas y adoctrinadas por la sociedad actual.

Por otra parte, nos alegramos de que el niño encontrado en la puerta de una iglesia pueda tener una familia y la oportunidad de vivir una vida feliz. No podemos evitar acordarnos de todos aquellos que, queriendo presumir de humanidad y piedad, justifican el genocidio abortista asegurando que “es lo mejor para que los niños no sufran una mala vida”... como se nota que a ellos sus padres les mimaron y colmaron de caprichos en exceso.