El concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Toledo, Aurelio San Emeterio, arremetió contra el alcalde, Emiliano García-Page, por destinar dinero público para reparar la cubierta de la iglesia del convento de Carmelitas Descalzas a la vez que le acusaba de abandonar la rehabilitación de viviendas en el Casco Histórico.
Nada nuevo bajo el Sol. Como suele pasar cada vez que se pronuncian en algún tema en el que esté la Iglesia Católica de por medio, cualquiera podría pensar (escuchando a los políticos de Izquierda Unida) que la responsabilidad del elevado nivel de la vivienda, de las escasas oportunidades laborales a la población joven y, ya puestos, hasta de la crisis económica es de la Iglesia por “acaparar” las subvenciones públicas.
Por supuesto, los representantes de Izquierda Unida nunca saldrán a exigir que los colectivos homosexuales no se lleven su subvención de 6.000 euros para poder organizar su fiesta propagandística en Toledo.
Nos dirán que no es lo mismo... y claro que no es lo mismo. ¿Cómo vamos a comparar un edificio histórico con un botellón?
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