"No tenemos ninguna vinculación política y la única explicación que tengo que es somos personas católicas que vamos a misa y hay personas a las que no les gusta. Pero no creo que hagamos mal a nadie por ello".
Ángel y Mari Carmen, un matrimonio residente en la localidad toledana de Argés, están hartos. Todos los años, en la víspera del Día de Todos los Santos y durante las fiestas del pueblo en agosto, su domicilio sufre los repetidos ataques de vándalos de la localidad que se dedican a lanzárles piedras y huevos. Pese a que la Guardia Civil ha detenido a 16 jóvenes (algunos menores de edad), ellos aseguran que las acciones son cometidas anualmente por centenares de personas.
Seguramente, habrá quien considere "desproporcionado" calificar de ataques el hecho de que una casa reciba los impactos de piedras y huevos. A todos ellos, les aconsejamos reflexionar acerca de qué sentirían si esos actos fueran realizados en contra de sus viviendas.
Desde -elmunicipiotoledo- queremos expresar nuestro apoyo a este matrimonio y pedimos a la Guardia Civil de la localidad que cumpla su obligación, en todo lo que les sea posible, de asegurar la pacífica convivencia de ese matrimonio y el resto de los vecinos de Árges encargandose de que esos vándalos no salgan impúnes de sus fechorías.
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