La Real Academia Española de la Lengua ha
llevado a cabo por quinta vez desde 2001 la actualización de su diccionario en
internet incorporando nuevos términos como “pepero”, “sociata”, “ugetista,
“friki”, “okupa” y “euroescepticismo” … en total, 1.697 cambios.
Sin embargo, una de las decisiones más
polémicas de las tomadas por los responsables de la Real Academia Española de
la Lengua ha sido la de incorporar un nuevo significado al término “matrimonio”
con el objetivo de incluir a las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
La definición para este tipo de enlaces civiles dice así: “En determinadas
legislaciones, unión de dos personas de un mismo sexo, concertada mediante
ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad
de vida e intereses”.
La Real Academia Española de la Lengua podrá
realizar todos los cambios que considere “adecuados” para “adaptarse” a los
“cambios” de la sociedad, pero la ley natural estableció que los únicos que
pueden perpetuar a la especie humana a través de la unión matrimonial son el
hombre y la mujer, quienes al complementarse el uno al otro pueden engendrar y
traer al mundo a las nuevas generaciones. Y eso es algo imposible para las
personas que contraen una unión civil con otra persona del mismo sexo.
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