Siete de cada diez alumnos cursan Religión Católica.

Según ha informado la Comisión de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Española, siete de cada diez alumnos españoles optan por cursar voluntariamente la asignatura de Religión Católica dentro de su plan educativo. Actualmente serían cerca de 4,7 millones los alumnos que cursan Religión Católica en enseñanza no universitaria, siendo los porcentajes del 99,5% en la enseñanza privada católica, de 61,5% en la educación pública estatal y de 69,6% en las iniciativas sociales civiles.

Ante estas cifras, los obispos de la Conferencia Episcopal de Enseñanza y Catequesis se han dirigido a los padres para animar a que hagan uso del derecho que tienen sus hijos de cursar Religión Católica y de la obligación del Estado de ofrecer esta enseñanza a aquellos alumnos que lo deseen.

Nos alegra saber que existen tantos alumnos matriculados en la asignatura de Religión Católica, pero no podemos evitar preguntarnos donde está la gran mayoría de esos jóvenes a la hora de defender públicamente, en actos provida o en su trato diario con los compatriotas que les rodean, los principios católicos que la condición de miembro de la Iglesia les propone. Además, difícilmente podemos creer en un supuesto sentimiento católico latente en la juventud española cuando ésta hace gala diariamente de una mentalidad materialista, acomodada y despreocupada ante los problemas de la sociedad y del mundo.

Esperamos equivocarnos y ver pronto, muy pronto porque va a ser muy necesario, a grandes multitudes de jóvenes defendiendo la identidad católica de España y reafirmando su compromiso en la lucha por la defensa del derecho a vivir de los no nacidos. Pero, hasta la llegada de ese día, esperamos que se nos deje seguir con nuestro escepticismo al respecto.