El alcalde de Bargas, Gustavo Figueroa Cid,
todavía sigue culpando de la ruinosa situación en que se encuentra su municipio
a la Junta de Castilla La Mancha y estudia la posibilidad de acudir por vía
judicial contra el gobierno regional y reclamar la deuda con intereses. Además,
quita responsabilidad del problema al anterior gobierno regional, presidido por
José María Barreda, asegurando que “casi toda la deuda regional con Bargas es
del segundo semestre del año pasado”.
Gustavo Figueroa ahora sufre el mismo trato
por parte del Partido Popular que el que recibirían en su momento los alcaldes
de dicho partido durante el gobierno regional del PSOE... consecuencias del
bipartidismo y del colegueo existente entre las diversas áreas de la
Administración Pública.
El mismo alcalde de Bargas aseguraba que “el
gobierno de Barreda pagaba tarde pero pagaba”. ¿Y no será que el gobierno de
Barreda se endeudó tanto que llegó un momento, justo con el cambio político en
favor del Partido Popular, que ya no lo podía seguir haciendo porque sería
insostenible durante varias décadas?
Este caso de Bargas ha vuelto a demostrar lo
que frecuentemente venimos denunciando: la ruina que suponen para España las
diversas Comunidades Autónomas y el amiguismo existente en los cargos políticos
y administrativos gracias a las caciquiles actuaciones del PP y del PSOE.
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