Don Braulio Rodríguez, arzobispo de Toledo, ha
defendido la labor de los sacerdotes asegurando que es una mentira pensar que
los sacerdotes sean personas amargadas, apartadas del mundo y no comprometidas
con la sociedad en la que viven. “Si el sacerdote es feliz, no es por su
estatus social, ni por la remuneración económica. La felicidad viene y ha de
venir de otra realidad, la entrega a Jesucristo y a su Iglesia en la vida real
de cada día”, aseguró el arzobispo con motivo del Día del Seminario que se
celebrará este lunes.
Por último, Don Braulio Rodríguez recordó que
ser seminarista y sacerdote es una cuestión de Pasión por el Evangelio de
Cristo porque “Cristo es el centro de la historia, es el Hijo de Dios,
verdadero hombre, incondicional disponibilidad para nosotros, verdad que nos
hace libres, acogida del Padre de los cielos con quien nos da a cada uno el
Espíritu Santo para vencer tentaciones y gozar íntimamente del misterio de
Dios, que es el misterio de la vida y de la muerte, el sentido más profundo de
la existencia humana”.
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