Debido a su gran interés, -elmunicipiotoledo- desea
publicar integramente la entrevista realizada a Alfonso Carrascosa,
investigador del CSIC, por el portal Infocatólica:
- D. Alfonso, es usted experto en microbiología y además católico
practicante. ¿Se trata de dos campos totalmente separados de su vida o la
microbiología y el catolicismo tienen alguna relación?
Tienen relación. El desarrollo de
la microbiología no hubiera sido posible sin científicos católicos de la
talla de Athanasius Kirchner, Lazzaro Spallanzani o el propio Louis Pasteur.
Además, Jesucristo hace referencia directa en su predicación al mundo
microbiano cuando señala que el Reino de los Cielos es como la levadura, y
demuestra que es Señor también del mundo microbiano al resucitar a Lázaro, en
incipiente estado de descomposición, a la que contribuyen de manera
determinante los microbios.
- ¿De dónde viene esa idea tan extendida de la incompatibilidad entre la fe
y la ciencia?
Precisamente del mundo de las ideologías, del laicismo, que hace carne en España -de modo singular a como no lo
hace en otro lugar del mundo- con la denominada leyenda negra. Aunque es cierto
que ha habido desencuentros entre religión y ciencia a lo largo de la historia,
los encuentros han sido mucho más fecundos. No hay más que caer en la cuenta
del papel de la Iglesia Católica en la creación del mundo de las Academias y de
las Universidades, y la multitud de
científicos católicos de prestigio enorme que llega hasta nuestros días.
- La relación entre la fe y la razón es, quizá, uno de los temas más
presentes en la teología y el magisterio de Benedicto XVI. ¿Entiende el mundo
de hoy lo que el Papa quiere decir?
Desgraciadamente, creo que poco, pero fundamentalmente porque el mundo no lee los discursos del Papa.
En El Escorial (JMJ 2011), dijo: “…la Universidad ha sido, y está llamada a ser
siempre, la casa donde se busca la verdad propia de la persona humana. Por
ello, no es casualidad que fuera la
Iglesia quien promoviera la institución universitaria, pues la fe
cristiana nos habla de Cristo como el Logos por quien todo fue hecho (cf. Jn
1,3), y del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios”.
- ¿Alguna vez ha tenido que sufrir algún rechazo por ser un científico
orgullosamente católico?
Creo que bastantes menos de los que hubiese recibido de haber sido
científico de humanidades, ya que en el mundo científico experimental no existe
el nivel de ideologización que hay en aquel. No recuerdo en este momento que de
modo directo haya recibido ataques o desprecios. Entiendo que soy tenido por
persona singular. Pero no soy el único católico practicante de mi entorno.
Aunque no somos mayoría ni mucho menos, la
buena relación entre ciencia y religión o razón y fe puede verse hoy día en
personas concretas en número superior al que la gente se imagina.
- ¿Es cierto lo que César Vidal lleva tiempo afirmando, que en España
apenas se ha hecho ciencia debido al catolicismo de los españoles?
No, no lo es. Y lo sorprendente es
que alguien con el supuesto nivel de conocimiento historiográfico de César
Vidal afirme tales cosas. Este tipo de afirmaciones pone de manifiesto
un escaso rigor científico en la
afirmación, lo que a la larga le hará sin duda perder credibilidad. Sólo
en España, no tiene que retrotraerse a la época visigoda, con el fenómeno de la
escuela de Traductores de Toledo, ni mencionar la Casa de Contratación -fundada
por Fernando El Católico, con apoyo eclesiástico- donde apareció el primer
oficio científico, el de cosmógrafo, basta con que analice la actividad en el
siglo XX, con la creación del CSIC. Por cierto este tema ya se lo propuse años
atrás como posible objeto de entrevistas, a lo que me contestó que era un tema
muy interesante. La creación de las Academias y de las Universidades también le
entretendría y le haría cambiar de parecer.
- ¿Podemos sentirnos orgullosos los católicos de nuestra aportación a la
ciencia a lo largo de la historia?
Sin duda. Pero además sin complejos: ideologías como el materialismo, que
tan poco han tenido que ver con la historia del desarrollo científico
occidental, alardean, de un modo que resulta en ocasiones cómico, de haber
planteado ellos todo. Los católicos
españoles estamos un poco acomplejados intelectualmente: somos víctima
de la propaganda ideológica, de la leyenda negra… Hay un problema de
desconocimiento, y la historia de la
ciencia está actualmente en buena medida en nuestro país en manos de posturas
laicistas. Sorprende a este respecto el poco interés que parece suscitar
este tema en ambientes católicos. Algunos han dado la batalla por perdida y
todavía hay mucho que decir al respecto.
- Acaba usted de reeditar un libro en Vita Brevis del primer Secretario del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), José María Albareda,
titulado “Consideraciones sobre la Investigación Científica”.
¿Por qué ha querido editar este libro?
En 2011, se celebró el Año Internacional de la Química, y Albareda era
químico, además de farmacéutico y doctor en ambas disciplinas. Se cumplieron
además los 60 años de la publicación de dicho libro en Madrid, libro que
Albareda dedicó precisamente a los jóvenes, y se celebró en Madrid la JMJ.
Albareda fundó, junto con Ibáñez Martín de la Asociación Católica de
Propagandistas, el CSIC.
Pero es que además es un libro
donde el autor expresa sus convicciones religiosas mezcladas con su profundo
conocimiento de la actividad científica. Esto es lo que relato en el
prólogo, que se acompaña de un magnífico discurso de uno de sus más insignes
discípulos, el profesor Manuel Losada Villasante, también profundo creyente
además de extraordinario bioquímico, discurso en el que habla de anécdotas
personales con Albareda de gran interés. La familia de Albareda y el CSIC me
dieron permiso para la reedición, algo muy de agradecer.
El libro se lo he dedicado al
Cardenal Rouco, gracias al cual hemos celebrado dos JMJ y además,
concretamente en Madrid, la Misión Universitaria y la Misión Joven: no se puede
ser más valiente para no ser precisamente un jovenzuelo ¿no?
- ¿Por qué no se conoce más a José María Albareda en España? ¿Tiene que ver
el hecho de que fuera sacerdote y, además, del Opus Dei?
Creo que sí. Es lo que comentaba antes: laicismo, leyenda negra,
ignorancia… Albareda hubo de huir de la
Persecución Religiosa, y se evadió nada menos que con San Josemaría Escrivá de
Balaguer. La evasión ha sido recientemente recreada en la película
“Encontrarás dragones”. Desgraciadamente, su padre y su hermano menor
discapacitado intelectual corrieron peor suerte, y fueron asesinados: hoy ambos
tienen causa de beatificación abierta. Pero a todo ello, al desconocimiento de
Albareda, creo que también contribuye
el fenómeno del danbraunismo: esa rama del laicismo que odia al Opus
Dei, promovida en España desde posturas extremas y totalitarias, pero sobre
todo desinformadas.
- Para Albareda, ¿el catolicismo de un investigador y su amor por la
ciencia son cosas separadas o forman una unidad?
Forman una unidad indisoluble. Que
todavía haya científicos que digan que no se puede serlo si eres creyente, como
los hay, es algo que no se entiende: es negar la evidencia que se da en
tantos casos en la actualidad. Los científicos católicos hacemos presente,
gracias a Dios, - como tantos que no son científicos- la fe sobre la tierra, y
si esto es posible, es que hay uno que ha vencido la muerte, es que la vida
eterna existe. ¡Resucitó!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
-elmunicipiotoledo- no se hace responsable de los comentarios de sus lectores. -elmunicipiotoledo- se reserva el derecho de arbitraje y censura. Se ruega que los comentarios no se realicen de forma anónima.
Contacto: elmunicipiotoledo@hotmail.com