Comunicado de –elmunicipiotoledo- ante la comisión del Valle de los Caídos.

Tras varios meses de “expectación”,la comisión de “expertos” para el futuro del Valle de los Caídos ha propuesto en un informe que los restos de Francisco Franco, principal organizador y responsable de la construcción del monumento en la sierra de Madrid, sean trasladados fuera de la basílica al lugar donde desee la familia; por otra parte, la misma comisión se ha mostrado partidaria de no retirar los restos de José Antonio Primo de Rivera del recinto, por considerarle víctima de la Guerra civil, pero sí de su actual ubicación, señalando que deberían estar junto al resto de caídos durante la Guerra Civil Española.

De los doce miembros de la comisión, Miguel Herrero de Miñón, Feliciano Barrios y el propio González-Trevijano se han mostrado contrarios al traslado de los restos de Franco, apelando a que se debe aceptar la Historia de España con sus luces y sus sombras, avisando de las posibles divisiones y conflictos que esta decisión podría provocar dentro de la sociedad española; sin embargo, también consideran (como los otros nueve miembros de la comisión) que los restos de José Antonio Primo de Rivera deban trasladarse a otra zona del Valle de los Caídos.

Actualmente, la competencia sobre el futuro del Valle de los Caídos estaría en manos de la Iglesia Católica, debido a la condición de templo religioso que ostenta la basílica.

-elmunicipiotoledo- siempre ha defendido el Valle de los Caídos como un símbolo de reconciliación entre los españoles tras la fraticida Guerra Civil Española; por lo tanto, nos resultan lamentables las palabras de los miembros de la comisión cuando expresan que el monumento “debería ser un lugar que honre la memoria de todos los españoles”.

Está claro que muchos opinan que el Valle de los Caídos únicamente representa a media España (o, más bien, a una pequeñísima parte), pero el verdadero y único sentido del monumento es el de sellar la paz, el perdón y la reconciliación entre todos los españoles, una promesa sellada con una gran Cruz Católica.

Por nuestra parte, esperamos que el nuevo Gobierno de España abandone los descabellados y sectarios planes de los últimos dirigentes y permita que el Valle de los Caídos siga siendo un lugar donde hermanos españoles enfrentados reposan en paz; que la Iglesia Católica defienda el patrimonio religioso de la basílica; y, por último, que se respete y proteja la labor de la comunidad benedictina que lleva décadas establecida en el recinto del Valle de los Caídos.