¡Me duele el ultraje alevoso y difamador
que, estando yo muerto, se hace contra mi honor!
Pero, siendo fiel español, viví y morí
y ¡estoy orgulloso de cómo fui!
Si el ultraje que ahora se hace contra mí,
el ultrajar a mi Patria, ESPAÑA, tiene como fin,
entonces, el dolor de mi Patria es mi mayor dolor.
¡Entonces, el dolor de mi Patria ultrajada es mi único dolor!
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¡Me aflige la soledad que
sufre la Patria,
cuando la abandona un desertor!
Pero mientras la Bandera de la Patria
florezca con el de sus demás hijos sincero beso prometedor,
sé que la Patria, que es Madre agradecida y fuerte,
con su maternal abrazo y un beso en la frente,
a cada uno le inculcará fe, esperanza y valor.
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Ahora, yo, antiguo caído y siempre fiel español,
con mi esperanza puesta en el inapelable Juicio de Dios
y aunque sea, por desertores o personas engañadas, ultrajado,
Digo:
¡Sufro paciente el ultraje que se hace contra mí,
con tal de que, a Dios,
a la Patria,
al Pueblo español y a quienes me ultrajan, no les vea
sufrir!
- - - -
En
representación:
José
Antonio Chamorro Manzano
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