lunes, 5 de septiembre de 2011

Recas: Fiestas Patronales en honor de Ntra. Sra. de la Olíva.

La imagen de la patrona de Recas, Nuestra Señora la Virgen de la Oliva, se encuentra ligada al árbol milenario del olivo.

El olivo llega a Europa y a la península ibérica desde la Antigua Mesopotamia. Aunque según los estudios históricos la obtención de aceite de oliva empieza en la época paleolítica.

Por el contrario, según la tradición de la cultura griega y sus escritos legados, el origen del olivo se debe a una lucha entre Poseidón y Atenea. Cuenta la leyenda que el dios griego Zeus concedería el dominio de determinada región a quien fuera capaz de aportar el elemento más beneficioso y útil para la humanidad. Poseidón ofreció un caballo, animal capaz de ayudar al hombre en su trabajo; la diosa Atenea por el contrario aportó una rama de olivo, capaz de producir un árbol robusto que mediante su cultivo ofrecía al ser humano un líquido capaz de alimentar al ser humano, aliviarle sus enfermedades y alumbrar de su noche.

El olivo, o como gusta llamar por estas tierras: la oliva, forma parte de la tradición y la devoción religiosa en Recas.

En el término municipal de Recas, dirección norte, existe una oliva que destaca sobre las demás por su grandeza y frondosidad.

Antes de la invasión musulmana de la península ibérica, sobre ese paraje y no muy lejos del Castillo de Canales, se levantaba una Ermita a la devoción a la Virgen.

Durante la invasión musulmana, la población visigótica escondía las obras de culto religioso para que éstas no cayeran en manos árabes y fueran destruidas. Los devotos de la Ermita anteriormente citada, usaron la frondosidad de la oliva para salvaguardar las imágenes de culto. Es por ello que desde aquella época este árbol ha estado ligado a la devoción de la imagen mariana a la que ha prestado su nombre.

Después de la Reconquista, y por ello la recuperación de las imágenes, los cristianos retomaron con mayor intensidad su devoción a la Virgen de la Oliva.

Según el legado histórico que llega a la actualidad, a través de la tradición, cuentan que la citada oliva “empezó a sudar aceite, que incluso en el día de hoy corre por nudos y junturas de los ramos de dicha oliva, aunque no tan sutil y delgado como se saca de la aceituna, pero oloroso sobremanera”.

Este acontecimiento, unido a los anteriores, propiciaron las primeras peregrinaciones a la oliva.

Durante la Edad Media, dicho culto y veneración llegó a expandirse tanto que llegó a oídos de la Corte y el Rey Juan II. Dada la religiosidad del monarca, ordenó levantar en la zona un Convento llamado de Nuestra Señora de la Oliva, para que en él se alojasen religiosos observantes de la Compañía de San Francisco de Asís.

Aunque este Convento franciscano del siglo XV desgraciadamente no ha sobrevivido al paso del tiempo, según los historiadores y expertos, su estructura podía estar formada por un gran claustro de forma cuadrada entorno al cual se disponían las celdas y habitaciones necesarias para la comunidad. Sufriendo a lo largo de los siglos ciertas ampliaciones de importancia, y pudiendo llegar según algún historiador a tener dos claustros con planta superior.

En el siglo XIX, la ley de supresión de los institutos religiosos de 1809 impulsada por José I, la del bienio Constitucional (1820-23) y la desamortización de Mendizabal en 1836 acaban con la vida del Convento.

Un escrito de 1840 del cronista Madoz nos ilustra el devenir del santuario “A media legua está el convento de frailes, que tituló de la Oliva, del que sólo existen los escombros, una huerta y una alameda contigua, que se riegan con manantial”.

Tras estas épocas convulsas, la imagen de Nuestra Señora de la Oliva fue traída a nuestro pueblo, y hoy en día descansa en su Parroquia. Actualmente la Virgen de la Oliva sigue venerándose con gran devoción por todos los requeños.

Durante el siglo XX, más concretamente bajo el apostolado en Recas del párroco D. José María Gómez Jane, se adecenta una explanada con altar en el entorno de la oliva donde cuenta la historia que apareció la Virgen, proyecto inspirado e impulsado por el citado párroco.

En el umbral del segundo milenio, se construye una capilla dedicada a la veneración de la Virgen de la Oliva, allí se levanta un retablo inspirado en aquel que pudiera existir en su antigua morada al lado de los frailes franciscanos. La Capilla en honor a Nuestra Señora de la Oliva se sitúa contigua a la Iglesia San Pedro Apóstol de Recas. Este proyecto forma parte de una obra filantrópica de la familia requeña Ortiz Bravo.

En 2004, en la Explanada de la Oliva se coloca una escultura de bronce con la esfinge de la Virgen de la Oliva, fruto de la devoción de una familia de Recas.

El 8 de Septiembre es el día grande de la veneración a la Virgen de la Oliva patrona de Recas.

El domingo de la Santísima Trinidad es tradición la peregrinación a la Explanada donde se encuentra enclavada la Oliva. Allí los requeños y visitantes disfrutan de la Romería dedicada a la Virgen.


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