domingo, 26 de agosto de 2012

Juan Manuel Sánchez Gordillo: cara y cruz


Desde los asaltos a los supermercados de principios de mes hasta las recientes ocupaciones de fincas y entidades bancarias, Juan Manuel Sánchez Gordillo no ha dejado de ganar popularidad social. Continuamente en los medios, este veterano comunista ha logrado un considerable apoyo de la opinión pública gracias a sus palabras de que realiza sus acciones por solidaridad hacia los más desfavorecidos. ¿Pero quién es realmente Sánchez Gordillo?
La periodista Ana Burrieza, quien hasta hace pocos meses dirigía el diario El Aguijón, publicó en unos de sus artículos que Sánchez Gordillo, antes de convertirse en el alcalde comunista de Marinaleda, había sido simpatizante del falangismo hedillista, el sector falangista opuesto al régimen del general Francisco Franco, y que se había planteado ingresar en la Guardia Civil. De esta manera lo describió Burrieza en su artículo: “Algunos amigos sevillanos de aquellos años recuerdan bien aquel pasaje sobre la petición de información para ingresar en la Guardia Civil, y otro no menos curioso: su filiación al falangismo hedillista. Ambos hechos resultan sorprendentes, especialmente hacia quien se ha querido presentar como un ejemplo viviente de la viabilidad de las fórmulas más autogestionarias, y especialmente centrado en reivindicar la reforma agraria y la entrega de las tierras a los campesinos andaluces. No parece casualidad que esa bandera fuera también esgrimida por el falangismo hedillista con mucha fuerza en Andalucía, y que la reforma agraria fuera uno de los puntos fundamentales del falangismo original de José Antonio. En 1970 se celebró en Sevilla un pequeño acto en el Hogar Cisneros de la OJE organizado por los falangistas de Sevilla y Huelva del Frente Sindicalista Revolucionario (FSR) al que acudió el médico gaditano Narciso Perales, uno de los firmantes del Manifiesto de los 100 que daría lugar al nacimiento de Comisiones Obreras y uno de los cabecillas de la disidencia falangista al franquismo. A ese acto, también acudió Juan Manuel Sánchez Gordillo, según han recordado para Diario El Aguijón Alfonso Sotomayor y Enrique Alfonso ambos falangistas, y que estuvieron en ese acto. Allí, Narciso Perales, que fuera uno de los amigos personales de José Antonio, y líder de la fracción hedillista y antifranquista del falangismo, desgranó los puntos fundamentales que reivindicaban para Andalucía. Y entre ellos, la de la reforma agraria, la nacionalización de la banca y el reparto de tierras entre los campesinos, para que estos pasaran a ser propietarios de su propio medio de producción, o lo que es lo mismo, la autogestión basada el modelo yugoslavo. No se sabe bien si aquellas ideas se le quedaron grabadas a Sánchez Gordillo por aquel acto o por otros parecidos, pero lo que no hay ninguna duda es que 40 años después, Sánchez Gordillo sigue defendiendo en la práctica aquellos lemas, aunque bajos banderas bien distintas”.

Años después, en 1979, Sánchez Gordillo era elegido alcalde de Marinaleda por el Colectivo de Unidad de los Trabajadores – Bloque Andaluz de Izquierdas (CUT-BAI), sector político del Sindicato de Obreros del Campo. Desde aquel año, la localidad sevillana no ha dejado de ser presentada como una especie de utopía comunista. Entre los logros reivindicados por Gordillo y su gente, se encuentran el facilitar el acceso a una vivienda a quienes habiten en el pueblo y la creación de cooperativas agrícolas e industriales (relacionadas con el primer sector). Para haber podido conseguir eso, los dirigentes de Marinaleda primero tuvieron que ocupar constantemente y durante años unas tierras y lograr que posteriormente se las cedieran desde las instituciones.


Actualmente, para defender su modelo, Sánchez Gordillo apela al pleno empleo existente en Marinaleda y asegura que allí no se sufren los efectos de la crisis económica.
Pese a pertenecer a Izquierda Unida, Sánchez Gordillo nunca ha ocultado su oposición a determinadas actuaciones de la coalición, especialmente en algunos pactos con el PSOE. Por ello, el alcalde de Marinaleda forma parte del Sindicato Andaluz de Trabajadores, organización bajo la cual se organizaron las acciones en los supermercados y las actuales ocupaciones de fincas y bancos.
Para continuar haciéndonos una idea de lo que ideológicamente defiende Sánchez Gordillo, a continuación vamos a mostrar unos párrafos de una entrevista que se le realizó en el diario ABC:
Vivo con 1.200 euros mensuales. Cobro 3.000 como diputado autonómico. De ahí, IU coge 1.000 antes de que me llegue a la cuenta. 800 euros los invierto en diferentes organizaciones solidarias”.
Nunca ningún cargo público en 32 años ha cobrado en Marinaleda. No hay liberados ni en el sindicato ni en el Ayuntamiento. Voy a proponer un reto al Gobierno y al PSOE e IU: que se pongan un sueldo de 1.300 euros desde el presidente a los diputados y todos los alcaldes de España. Además, voy a poner a mi partido en un compromiso. Voy a solicitar que solo me lleguen 1.200 euros, que es con lo que yo vivo. Yo creo en la austeridad por solidaridad. ¿Cómo voy a mirar a los ojos al vecino de mi pueblo si vivo mejor que él?
Hay otro mito que dice que a Marinaleda le dan más subvenciones que a otros, y no. Lo que pasa es que la empleamos de otra manera. Las ayudas a mayores lo paga el Ayuntamiento con convenios con la Junta, con la Diputación y otras nuestro propio fondo. Al principio era con nuestro propio fondo. Los impuestos son bajos porque son todos indirectos. No se puede apretar mucho con impuestos como el IVA”.
Recibimos lo mismo que el resto. Lo que mantiene a Marinaleda es la economía productiva, no las ayudas o subvenciones. El corazón es la agricultura y la industria. Pero la gente no vive del PER ni del subsidio. Vive, el 80% de sus ingresos de campo e industria. Eso no es subvención. Nos sirve solo para mantener algunos servicios, como otros pueblos”.
Todo el mundo tiene que tener los bienestares máximos, pero todo el mundo. Nosotros decimos que tienen que tener límite. Y el avance y desarrollo tiene que ser que todo el mundo viviera mejor. Por eso es muy importante que los políticos y la gente que controla la economía viviera de una forma parecida a la gente de la calle porque así se preocuparían de tirar de la cuerda para adelante todo el mundo. Pero si vives 20 veces mejor te olvidas del que vive peor rápido. Porque el dinero es muy tentador”.
Si hiciéramos lo de los grandes banqueros... Los directores de bancos a personas mayores que le han dicho que les den el dinero para plazo fijo y es perpetuo. Si los imitásemos. No hay delito, estafa... Todos los bancos al BCE al 1% y se lo venden al Estado español al 6%. Paraísos fiscales, economía sumergida... Si se hubiera metido mano a esto no habría que ir a los supermercados. Hemos hecho un gesto simbólico. ¿Cuánto puede valer un carro de esos? Dicen que es un robo. Robo es cuando quitas algo a alguien para tu beneficio. Miremos la definición. Ahora, si coges algo para dárselo sin beneficio... Esos carros no representan ni el 1% de lo que los híper tiran a diario por caducidad (…)Si cuando un producto cinco días antes de que vaya a caducar se lo da a Cáritas o Cruz Roja, mañana ya no iríamos al súper. Que lo recoja por decreto. El que lo compra no coge el que le quedan cuatro días para que se agote”.
Ahora mismo es un Estado más de derechas que de derecho y sobre todo sometido a quien manda aquí, que es el poder económico. El problema de Europa es que ya los gobiernos no mandan. Para hacer los presupuestos de 2013, Rajoy va a tener que preguntar a la señora Merkel, los bancos alemanes y a los señores de negro. Nos podíamos ahorrar las elecciones generales y autonómicas. Total, hay que hacer lo que ellos dicen. La democracia occidental está siendo vaciada de contenido y estamos sometidos a la dictadura del mercado que no es libre. El mercado libre es un fantasma. Es un oligopolio financiero. Mercado libre estaría en la teoría de Adam Smith, pero nunca existió. Hay que ir hacia un modelo económico donde el ser humano y sus necesidades sean el centro de todos los quehaceres económicos, políticos, culturales, medioambientales, etc”.
Creemos que el pacto IU PSOE es un error. No tenemos dinero. Quién nos lo va a dar si queremos que se expropien los bancos (ríe). Si la izquierda no es anticapitalista no es izquierda. Cuando SOE e IU pactan las medidas y aplican los recortes igual que Rajoy no es un gobierno de izquierdas. En Andalucía no lo hay por su práctica. Hay un gobierno de rodillas a los bancos alemanes y la señora Merkel. Si no gira IU desaparecerá políticamente”.
Como curiosidad, en la misma entrevista lanzó balones fuera cuando le preguntaron por su cercanía al entorno de la izquierda abertzale y se declaró seguidor de Ernesto “Che” Guevara, Fidel Castro, Hugo Chávez, Ghandi…
Por lo que hemos podido comprobar, Sánchez Gordillo y su entorno político defienden un sistema comunista y tratan, con los medios de los que disponen, vivir de la forma más parecida a la que defienden dentro de un modelo que no es el suyo.
Como curiosidad, dejamos este video para que los lectores de -elmunicipiotoledo- puedan escuchar al propio Sánchez Gordillo defender sus postulados:
 
Poco antes de la mencionada entrevista en ABC, el periodista Javier Caraballo publicaba en el diario El Confidencial un artículo con el llamativo título de “Si España fuera Marinaleda. Historia de una mentira”. A continuación vamos a poner algunas de las partes más llamativas de ese trabajo:

Si España fuera Marinaleda, qué bonito sería… salvo que todo ese sueño que ahora se ha vuelto a agitar tras el asalto a los supermercados es, sencillamente, una farsa sostenida desde hace treinta años gracias a las subvenciones públicas. Y la hegemonía política se sustenta en el sectarismo y en la evidencia, poco conocida, de que en Marinaleda, como sólo sucede en muchas poblaciones del País Vasco oprimidas por el terror batasuno, los partidos políticos distintos a Izquierda Unida tienen que elegir a sus candidatos de otros municipios porque nadie que viva en el pueblo se atreve a enfrentarse al alcalde eterno, Juan Manuel Sánchez Gordillo”.
Después de un decenio de ocupaciones continuas e infructuosas, la celebración de la Exposición Universal de Sevilla de 1992 le ofrece al entonces denominado Sindicato de Obreros del Campo (ahora SAT, Sindicato Andaluz de Trabajadores), la posibilidad de presionar al Gobierno andaluz para que les cediera la explotación de esa finca”.
En efecto, así fue y, para garantizar la ‘paz social’ durante los fastos de la Expo 92, el Gobierno andaluz cedió finalmente a los jornaleros la explotación de las 1.200 hectáreas de aquella finca”.
La cuestión, parafernalia revolucionaria al margen, es que este hecho es fundamental para entender lo ocurrido porque sin esa finca, y la lluvia de subvenciones continuas que han llegado a través de la misma, la supuesta ‘utopía de Marinaleda’ no existiría”.
Sin esas subvenciones que llegan a través de la Junta de Andalucía, la cooperativa de trabajadores no tendría posibilidades reales de competir con sus productos en el mercado y sin el entramado de ayudas que se establece en torno al PER, no podría vanagloriarse el alcalde de Marinaleda de haber logrado el ‘pleno empleo’ porque casi todos allí, de una u otra forma, reciben ayudas públicas. Y las viviendas de quince euros al mes, sin suelo gratis y sin los materiales subvencionados también por la Junta de Andalucía, tampoco existirían”.
Pero para que España fuera Marinaleda, para hacer realidad la “utopía” que se reivindica como modelo exportable, previamente habría que dotar al país de un sistema de subvenciones universal. ¿Y quién concibe eso? ¿Quién, siquiera, puede tomar en serio el planteamiento? Nadie, claro”.
Sin privilegios, Marinaleda sería un pueblo más del campo andaluz o español. Ahora es una especie de parque temático del comunismo subvencionado por la Junta de Andalucía, pero nada más: desde el punto de vista económico, es insostenible”, afirman dirigentes políticos de la zona”.
Lo llamativo de la crítica política es que en Marinaleda, o sobre Marinaleda, pocos quieren hablar. Llegan anónimosvarios sobre presiones, incumplimientos, impagos de cánones públicos que el Ayuntamiento ignora o denuncias de abusos, como aquella vez que se descubrió que el ‘utópico’ alcalde de Marinaleda cobraba, ilegalmente, dos sueldos oficiales”.
Recientemente, en La Gaceta se ha publicado que el Sindicato Andaluz de Trabajadores recibió, entre los años 2010 y 2012, una cantidad de 187.743,37 euros de subvenciones públicas por parte de la Consejería de Empleo de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Otro asunto a destacar es el apoyo de Sánchez Gordillo y el Sindicato Andaluz de Trabajadores al separatismo andaluz. En la entrevista a ABC, aseguró que “esos no somos nosotros”, en referencia a una pregunta que le hicieron acerca de por qué quería la independencia de Andalucía; pero, visualizando el video de su jura de cargo en el parlamento autonómico andaluz, se puede escuchar a Gordillo decir lo siguiente:“Me comprometo a luchar también con todas mis fuerzas por esta nación sin soberanía que es Andalucía”.
Finalmente, desdeelmunicipiotoledo- señalamos que estos últimos actos del Sindicato Andaluz de Trabajadores (organización con la que no compartimos su ideario andalucista y separatista) han vuelto a poner en boca de la sociedad española la cuestión de la justicia social, lo cual es de agradecer. Ahora bien, esa reivindicación no puede detenerse ahí. Todo proyecto de justicia social, para que sea digno de nuestro apoyo, ha de formar parte de un proyecto histórico y nacional que esté marcado a representar algo más que una etapa de prosperidad económica y bienestar social para todos los españoles. El pesimismo histórico de la nación española y la injusticia social son dos graves problemas que, como ente histórico, España está obligada a resolver trabajando en el mismo proyecto.

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