Carmen
Jiménez, concejal del Ayuntamiento de Toledo por Izquierda Unida, ha comentado
en referencia a las últimas fiestas patronales que “las fiestas se vuelven a
privatizar y ya no hay agosto en Toledo, se ha perdido el ambiente del Casco
Histórico, al igual que se han perdido las verbenas en La Vega”.
Resulta
sorprendente que desde Izquierda Unida se muestren tan preocupados por la
situación de unas fiestas patronales cuyo motivo de celebración es una
festividad de origen católico (confesión religiosa que resulta incompatible con
el ideario de Izquierda Unida). Como suele pasar en estos casos, desde esta
coalición se le concede más importancia a la aglomeración de personas y a la
simple fiesta que al origen de la tradición y el motivo por el cual se celebra
cada mes de agosto la festividad de la Virgen del Sagrario. A lo mejor deberían
replantearse si su idea de “Estado laico” es algo compatible con las fiestas de
la Virgen del Sagrario que tanto les gustaría ver en el Casco Histórico y en la
Vega.
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